
Diego del Barrio, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso:
Plantea generar alianzas público-privadas con perspectiva territorial como una de las fórmulas para avanzar y mejorar la administración económica
El académico conversó en exclusiva con Masquequenoticias sobre su importante trayectoria y de qué manera desde su liderazgo desea aportar cambios sustanciales y reales a sus colaboradores, territorios y ciudades.
Por Benjamín Lara y Fabiola Ávila
La economía está siendo hoy el tema obligado en nuestro país y a nivel del global, debido a la crisis que se generó durante y post pandemia COVID-19 y está causando estragos incluso en aspectos tan domésticos y cotidianos como lo es solventar la alimentación familiar por dar un ejemplo drástico y muy clarificador.
Sumado a la nula educación financiera en la población y a la centralización de capitales, hoy más que nunca es relevante que se liberen conocimientos desde la academia en economía circular, en macroeconomía, siempre con una mirada más abierta y cercana al acontecer de las personas y sus asentamientos territoriales.
En agosto de 2022, Diego del Barrio llega como nuevo decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso, hijo del medio (son 3 hermanos) cuyo padre Eutequio ejerció como cardiólogo y su madre Ana María fue funcionaria pública, revela «siempre estuve ligado a hospitales públicos y al sector público, entonces por ahí me gustó siempre y mi primera carrera fue administración pública, pero también me gustó el área de la economía y estudié también ingeniería comercial y me fui especializando por esa línea»
Su núcleo hoy está compuesto por varios integrantes, su hija de 19 años, estudiante de diseño que vive con él, junto a su compañera Nataly y todos comparten espacios comunes con su perra Lily y la gata Aurora, “en casa hay reuniones separatistas en las cuales no puedo participar, bendito entre todas las mujeres, son espacios que respeto mucho”, confiesa el decano.
Volviendo a sus inicios de formación, Diego Del Barrio reconoce que sus padres fueron una inspiración “por ahí, me gustó la gestión pública y después me gustó más la economía y me he especializado en lo macro, que es a lo que finalmente me dedico, esta es mi área de especialización.
El administrador público de la Universidad de Chile e ingeniero comercial, realizó su especialización en Madrid, España y cuenta que al regresar a Chile se ganó un concurso en el Ministerio de Defensa en específico en la Dirección General de Movilización Nacional para ser auditor ministerial, “trabajé en esa repartición un par de años, pero siempre me había gustado la academia, incluso antes de irme a Europa estuve haciendo clases en la Universidad de Los Lagos de macroeconomía y cuando volví, un ex profesor mío que estaba en la Chile me pidió ayuda en unos postgrados, entonces ingresé a la facultad del Instituto de Asuntos Públicos -de donde yo venía- y después él llega a la Universidad de Valparaíso (UV) y me dijo vente para acá”.
El académico continúa su relato “y así llegué el 2010 a la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Valparaíso entre medio fui elegido presidente nacional del Colegio de Administradores Públicos entre 2013 y 2016 y los mismos académicos de acá (UV) me nombran como su representante ante el consejo de esta facultad y como dicen, “al que le gusta la tontera”, fui también director de la Asociación de Funcionarios y Académicos hasta que me eligen por tres meses electo como el primer Director de la Escuela de Administración Pública en esta Facultad- estuve 3 años, salí nuevamente, pero justo se dio la elección de decano y acá estoy, he pasado por todas las etapas”
Al momento de llegar a la facultad, llegas con proyectos, ¿Cuál es la idea de hacer esta gestión en los proyectos que tienes en carpeta? Porque por lo general la función del decano es administrar recursos asignados más que buscar más recursos.
En una primera instancia justamente generar nuevos recursos. En el fondo estos son proyectos externos no son netamente desde la universidad a nivel central, entonces podemos disponer de libre disposición en función de la reglamentación tanto del Estado, de la gestión pública como de la administración de la universidad, pero también ayuda a generar mejores condiciones higiénicas dentro de la facultad, mejorar infraestructura, mobiliario, equipos, el tema de recursos humanos porque los proyectos también tratan de involucrar a la mayor cantidad de funcionarios de la facultad con su consiguiente contraprestación de servicios, con algún tema remuneracional que compense el esfuerzo, entonces es una ganancia tanto para la escuela y como para los funcionarios y se crea un círculo virtuoso.”
Pero tú podrías estar sentado tranquilamente en tu sillón esperando que te llegaran los recursos y ¿por qué entonces, si podrías administrar solo lo que te llega desde la universidad.
Por eso mismo, porque es una de las cosas, uno de los temas que yo siempre decía: el decano, el equipo del decanato tiene que estar pendiente y administrando interiormente, los procesos internos del decanato, porque su rol es administrativo ya que lo académico lo ven directamente las escuelas, pero además el decano también tiene una función de mostrar hacia a fuera a la facultad qué están haciendo sus escuelas, de vincularse con el medio. Entonces, me pregunté ¿Porqué (los decanos) se pasan todo el día en temas administrativos, tapados en papeles? y pensé que algo se debía hacer y ya hemos estado tratando de cambiar en este corto tiempo en la filosofía de trabajo instalada acá, aunque aún nos falta, asumí el 16 de agosto, tuvimos la semana de receso de fiestas patrias, pero hemos logrado levantar rápidamente una nueva cultura, un nuevo estilo de gestión como es este tema de los proyectos.
Y actualmente tienes iniciativas que ya están en curso, si me cuentas un poco sobre eso.
Bueno, tenemos uno adjudicado y otro que estamos postulando, todos en términos de innovación y competitividad. El primero es un FIC que es un Fondo de Innovación y Competitividad regional, que estamos levantando en todos los municipios de la región con la idea de poder saber cuáles son sus niveles de innovación y competitividad, para después generar un proceso, una ruta lógica para ir en una primera instancia a mejorar su nivel, categorizar y hacer un acompañamiento para que todos lleguen a un nivel de que puedan después solos ir generando nuevas formas de innovación y competitividad para sus comunidades, que existan las alianzas público-privadas.
¿Qué tiene que ver con descentralización?
Exactamente, es la misma lógica de estos proyectos para que después las municipalidades o pequeñas y medianas empresas, que dependen muchas veces de fondos públicos, no lo hagan más, sino que también puedan generar nuevos recursos de esto.
El otro proyecto que estamos postulando es una escuela para estudiantes de educación media en la provincia de San Felipe, ocupando infraestructura que tiene la universidad allá, se trata de una escuela de innovación y economía circular para que no sea un tema desconocido, sino que sepan cómo se pueden ir generando estas filosofías económicas y sociales, pero no se trata solo de temas como reciclaje, sino que en general es sobre modelos de negocio sustentable y sostenible en el tiempo. Es uno de los sellos que queremos dar a esta área que estamos formando que es de economía circular, economía verde y transición justa, por ejemplo, Quintero y Puchuncaví, qué pasa con los trabajos o con la economía de ese territorio tan reconocido como una zona de sacrificio. Es necesario un proceso de transición justa, de una economía netamente extractivista -que muchas veces tampoco es un mal modelo-, es decir se sataniza, tiene beneficios y también ha generado movimiento en las regiones, el tema es no abusar de él, sino que hay que ir incorporando la innovación, mejorar la competitividad y, claro, enfocar la refinería al el ecosistema. Entonces en esa unidad territorial se debe poder realizar una nueva forma de producción o de productividad para la comunidad y por ahí queremos ir dando el sello.
Son temas super atractivos, están super contingentes, porque además nacen de una mirada super territorial y sectorial.
Es que por eso queremos ir dando el enfoque regional, pero este modelo que yo te digo de analizar o de ver cuáles son los niveles de innovación que tienen las municipalidades de la región de Valparaíso, es una metodología que queremos crear y que pueda también ser entregada a otras provincias, a otras regiones, para que también lo puedan trabajar.
Vamos a cambiar de ámbito y te voy a llevar a un tema que siento que es relevante por el complejo momento que vive el país en materia de economía, que además complica a nivel de global. ¿Qué pasa con el crecimiento, cómo se debe enfrentar este escenario?
La OCDE señaló que este año Chile iba a mejorar las expectativas de crecimiento, pero el 2023 igual viene con una recesión a nivel mundial y Chile, que es una economía pequeña, muy abierta al mundo, cualquier problema externo sobre todo de los países o de la economía más fuertes, van a impactar en la nuestra, porque nuestro modelo productivo está netamente basado en generar materias primas.
Muchas veces nosotros solo exportamos cobre, litio, salmones o fruta, pero no se genera un cambio. Yo tengo un pequeño punto con ese tema, obvio que hay innovación, porque el cobre no sale de los árboles, no es cosa que lleguemos y saquemos el cobre de sus ramas. Está presente en temas mineros y hortofrutícolas, secanos, berries o arándanos, pero de alguna forma tienen que llegar a que un japonés se lo coma fresco en Japón, entonces, ahí sí hay modernización y tecnología aplicada, existe un avance.
A medida que han transcurrido los años, la gente ha decidido emprender o comenzar con sus propias pymes, ¿Cómo ves que la gente, poco a poco, esté emprendiendo en nuevos trabajos?
Tengo un problema con el emprendimiento, se romantiza mucho y finalmente, cuando yo soy emprendedor, estoy vulnerando todos mis derechos como trabajador; no tengo horas de descanso, no me impongo y estoy precarizándome laboralmente. Muchos de estos trabajos no son sostenibles a largo plazo, a menos que la persona tenga una idea del desarrollo del negocio y de pasar a ser un empleado a un empleador, el cambio es sustancial, y no lo logro porque las herramientas son deficientes y eso también puede causar este tipo de problemas.
Muchas personas con su finiquito ponen un emprendimiento y este no genera inmediatamente utilidades. Las empresas o los negocios piden y piden que le inyecten liquidez, entonces me quedo sin ésta. La falta de cultura financiera no la tenemos como sociedad. Con respecto a esto, este año, como director de escuela, hemos tenido una buena recepción y nos fue bastante bien en cursos que hicimos a dirigentes sociales, sobre todo con las juntas de vecinos de Casablanca y de Valparaíso, desde la escuela de administración pública, les enseñamos temas legales, constitución de juntas de vecinos, yo les hacía clases de macroeconomía, no de aplicar, sino que de entender el contexto, de manera que pudieran leer noticias en materia económica y entendieran cómo les puede afectar a ellos, que suba o baje la política monetaria del Banco Central, qué significa y cómo le afectaría a ellos o en la economía. Por otra parte, hicimos talleres de liderazgo, habilidades computacionales, etc.
Entonces, según lo que planteas habría que generar nuevas fórmulas de capacitación para los emprendedores, no solo para que entiendan cómo administrar, ¿sino que comprendan el contexto económico en que empezarán a ser parte activa?
Lo primero que se debería hacer es cambiar la mentalidad del trabajador dependiente a independiente, entender que si se va emprender se debe hacer de forma profesional, que requiere esfuerzo, dedicación y que no se ven los frutos (rentabilidad) en el corto plazo, que no se trate de economías de subsistencia para las familias. Luego existe nula preparación financiera, esto debería estar en los planes de estudio de los colegíos. Visto eso el 2023, lazaremos una Escuela de Emprendedores desde la Facultad, para ayudar a todos ellos, que en su mayoría son mujeres que pueden llevar de mejor manejar sus negocios, y que estén preparado/as para enfrentar la vida de emprendedor, así mismo, tratar de que puedan formalizar su actividad, esperamos poder aportar desde la academia a este gran grupo de ciudadanos.
Frente a la recesión que viene, como ciudadano, ¿Cuál crees que es la fórmula para poder afrontarla para que el impacto no sea tan grande en los bolsillos chilenos?
Desde mi punto de vista, el factor principal es el orden. Hacer una gran lista de gastos que se realizan. Saber qué es lo que puedo comprar, hacer menos compras grandes y solo las cosas que se vayan necesitando. Además, botar los alimentos es una de las mayores fuentes de emisión de dióxido de carbono, aspecto que sigue dañando un ecosistema que lleva años siendo golpeado fuertemente.
Y cómo debiera entonces, establecerse una política pública que apoye al ciudadano si ya no hay IFE (solo IFE laboral) o retiros de las AFP ¿Cuál debería ser la señal del gobierno? Porque mal que mal los chilenos estamos acostumbrados al sistema subsidiario.
Para muchos El Estado, es casi como Dios para la gran mayoría de los católicos, se acuerdan de él cuando están en problemas y deben pedir algo, por lo cual, es una visión cómoda y asistencialista. Nuevamente es un problema cultural y de formación, el haber quitado educación cívica del currículo escolar, a mi juicio fue un desacierto por donde se mire. Por lo mismo entender que tengo derechos y obligaciones que cumplir para mí como para los demás.
Ante la pregunta, el gobierno debería dar las señales concretas en términos de seguridad y estabilidad macroeconómica para que las inversiones vuelvan a nuestro país, esto es en el corto, ya que para el largo plazo, no es solo el gobierno sino es implementar una política de Estado que logre buscar un nuevo modelo económico sostenible y sustentable ya que, el actual que hemos estado viviendo con su ciclo alcista, terminó. Debemos enfocarnos en eso, además de ver una verdadera reforma tributaria y otra de pensiones, que garanticen los derechos sociales.
Para el decano de Facultad de Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Valparaíso, Chile hoy tiene una oportunidad de cambiar fórmulas de trabajo, desde la base social, escuchando a los actores sectoriales en los territorios ya sean comunales, provinciales, regionales o nacionales apoyados por la academia, la cual tiene un fuerte arraigo con los actores sociales y la experticia necesaria para generar alianzas y convertirse en los engranajes idóneos para éstos propósitos y desde esta zona, la Universidad de Valparaíso está aportando en esa senda.